La lemon curd es una crema tradicional anglosajona elaborada con limón, huevos, mantequilla y azúcar. Tiene un brillo irresistible, un color amarillo intenso y una consistencia suave pero con mucho cuerpo, lo que la hace especialmente envolvente en boca. De sabor fresco e intenso, la lemon curd es perfecta para enriquecer una amplia gama de preparaciones dulces, aportando un toque de frescura y una intensidad de sabor única. Es ideal como topping para postres de cuchara, semifríos, tartas y mousses, o como base para cestas de pastafrola. La lemon curd también es una excelente opción para rellenar tartas y pasteles o para enriquecer preparaciones de repostería, como crostatas y masas levadas.